miércoles, 7 de enero de 2009

¿TE GUSTA CONSUMIR?


Este año las rebajas han comenzado antes, y con ello tenemos una oportunidad más para consumir. Esta actividad es una de las más características de nuestra época, y según leo en muchos de vuestros comentarios una de las más criticadas. Como supongo que aun así consumiréis, tendréis mala conciencia y ésta es una oportunidad para darle salida. Hannah Arendt decía en su "La condición humana" (1958) que el progreso social y tecnológico nos deja cada vez con más tiempo libre y con más medios económicos para satisfacer muchos de nuestros deseos. Pero dice que, como en los cuentos de hadas, el cumplimiento de tales deseos sólo puede ser decepcionante. Vivimos en una sociedad de trabajadores que se han liberado del trabajo en una buena parte de las veinticuatro horas del día, pero esta sociedad no conoce otras actividades más elevadas y significativas para las cuales mereciera la pena haberse liberado del trabajo.
Pero quizás sí haya una: consumir. En el artículo de Raúl Rodríguez Ferrándiz (eso sí, profesor de publicidad) "Consumo, uso y disfrute cultural" (Claves, diciembre 2008) se defienden las posibilidades liberadoras de consumir, basándose en que el objeto consumido no desaparece en muchos casos, si no que es apropiado por el sujeto de una forma muchas veces impensada por el fabricante, y que contribuye a la formación de su identidad: es "el consumo como el recurso de un yo en busca de autoafirmación a través de su adscripción a estilos de vida sancionados por constelaciones de productos y marcas que atraviesan sectores diversos" (p. 82). El consumo es productivo en el sentido de que produce simbólicamente actividades e identidades mediante las que los sujetos consumidores se realizan. Con ello "la mercancía alienante (en tanto resultado de una producción estandarizada), se transforma, una vez adquirida y usada por su poseedor en un espacio de mayor privacidad, a menudo doméstico, en objeto inalienable" (Cfr. D. Miller, "Material Culture and Mass Consumption", Oxford, 1987).
Así que, confiesa, ¿te gusta consumir?