miércoles, 24 de febrero de 2010

¿ALGUIEN NOS ESCUCHA?



No hace mucho hablamos sobre la tensión entre escepticismo y utopía. La palabra “utopía” fue inventada por el humanista inglés Tomás Moro (Thomas More) quien en 1516 publicó una obra con ese nombre. Se trata de la narración de un viaje imaginario a la isla homónima (la isla “de ninguna parte”, eso viene a significar “utopia” en griego), donde se han logrado un gobierno y una organización social perfectos. Especialmente durante el S. XIX y gran parte del S. XX, las utopías, como proyectos de sociedades y gobiernos ideales, han tenido importancia en el pensamiento político de izquierdas. Hoy asistimos a un “agotamiento de las energías utópicas” (J. Habermas). Algunos de vosotros expresasteis en clase vuestra confianza en que internet puede ser un nuevo ámbito para la utopía (4.150.000 resultados en Google/español). Los alemanes J. Habermas y K. O. Apel han defendido que mediante la comunicación libre podría llegarse (o al menos pensarse) una utópica sociedad de personas libres. ¿Y qué mejor medio de comunicación libre que internet? Pero no está mal un poco de escepticismo. Facebook o Twitter están llenos de verdaderas maravillas… y “señoras que”. Así que , ¿de verdad alguien nos escucha? Eso es lo que he pensado viendo este vídeo sobre la obra que el artista y graffitero (¿quitamos el “y”) Suso33 ha presentado en ARCO. Con ella pretende dar voz a la gente pero, ¿realmente hoy se nos puede oír? (la imagen también es de Suso33)


http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/17/cultura/1266419965.html

jueves, 18 de febrero de 2010

"HAZ LO QUE QUIERAS" (BIENVENIDOS A Hª DEL PENSAMIENTO ÉTICO-POLÍTICO)



¿Es inevitable tener leyes? ¿Qué clase de normas son necesarias, si es que alguna lo es? ¿De dónde somos: de Thélème o del pueblo de los demonios?

"Los congregados en Theleme empleaban su vida, no en atenerse a leyes, reglaso estatutos, sino en ejecutar su voluntad y libre albedrío. Levantábanse del lecho cuando les parecía bien, y bebían, comían, trabajaban y dormían cuando sentían deseo de hacerlo. Nadie les despertaba, ni le forzaba a beber, o comer, ni a nada.Así lo había dispuesto Gargantúa. La única regla de la orden era ésta:

HAZ LO QUE QUIERAS

Y era razonable, porque las gentes libres, bien nacidas y bien educadas, cuandotratan con personas honradas, sienten por naturaleza el instinto y estímulo de huir del vicio y acogerse a la virtud. Y es a esto a lo que llaman honor. Pero cuando las mismas gentes se ven refrenadas y constreñidas, tienden a revelarse y romper el yugo que las abruma. Pues todos nos inclinamos siempre a buscarlo prohibido y a codiciar lo que se nos niega"
(F. Rabelais (1494-1553), Gargantúa. Madrid: Alianza, Madrid, 2008)


"El problema del establecimiento de un Estado tiene siempre solución, por muy extraño que parezca, aun cuando se trate de un pueblo de demonios; basta con que éstos posean entendimiento. El problema es el siguiente: «He aquí una muchedumbre de seres racionales que desean, todos, leyes universales para su propia conservación, aun cuando cada uno de ellos, en su interior, se inclina siempre a eludir la ley. Se trata de ordenar su vida en una constitución, de tal suerte que, aunque sus sentimientos íntimos sean opuestos y hostiles unos a otros, queden contenidos, y el resultado público de la conducta de esos seres sea el mismo exactamente que si no tuvieran malos instintos.» Este problema tiene que tener solución". I. Kant (1795), La Paz Perpetua. Madrid, Alianza, 2002.