jueves, 29 de mayo de 2014

¿DEBERÍA ENSEÑARSE LA ÉTICA EN UNA LENGUA EXTRANJERA?


Obviamente, siempre que se conociera ese idioma diferente del nativo… El caso es que un experimento reciente usando “el problema de la vagoneta” (trolley problem), parecido al Dilema de Jim, muestra que la respuesta cambia cuando el problema se presenta en una lengua que entendemos pero que no es la propia (El estudio ha sido realizado por investigadores de la Universidad Pompeu Fabra: Albert Costa, Alice Foucart, Sayuri Hayakawa, Melina Aparici, José Apesteguia, Joy Heafner, Boaz Keysar (2014) "Your Morals Depend on Language", PloS ONE, 23 de Abril).
Seguramente porque la implicación emocional es menor, la respuesta depende más de una análisis estrictamente “lógico” o “racional” (uso las comillas porque, ¿las emociones tienen que ser siempre irracionales?). El resultado es que predominan las soluciones estrictamente (o brutalmente) consecuencialistas… O sea, matemos a uno para salvar nueve. Antes de participar en esta entrada, se recomienda leer la noticia en http://www.upf.edu/enoticies/es/1314/0430.html#.U4XzbyjCb9s