domingo, 11 de noviembre de 2007

¿QUÉ HE HECHO YO PARA MERECER ESTO?

Judíos y gitanos han sido víctimas tradicionales en Europa. Las razones del asunto son múltiples, como comentamos en clase. Estos textos inciden sobre algunas de ellas y bien merecen una reflexión.


Ambos conocemos a cantidad de ejemplares típicos de judíos occidentales; de todos ellos yo soy, que yo sepa, el más típico; es decir, exagerando, que no tengo un segundo de paz, que nada se me da, que tengo que comprarlo todo, no sólo el presente y el futuro, también el pasado, esta cosa que se recibe gratuitamente en reparto. Yo también debo comprar eso, quizá sea la tarea más dura. Si la Tierra gira a la derecha -no sé si es así-, yo debo girar a la izquierda para atrapar mi pasado..
Todo ocurre más o menos para mí como para alguien que, cada vez que sale, no sólo debe lavarse, peinarse, etc. --cosa ya de por sí bastante fatigosa-- sino que también, careciendo de todo en cada ocasión, debe coserse el traje, fabricarse unos zapatos, confeccionarse un sobrero, etc. Naturalmente no todo le saldría bien, las cosas se limitarían a aguantar una o dos calles... Finalmente, en la calle del Hierro, tropezaría con una multitud entregada a la caza de judíos. F. Kafka, Carta a Milena

BOHEMIOS, s. m. pl. (Hist. mod.) es el nombre que se da a los vagabundos que se dedican profesionalmente a decir la buenaventura y leer las palmas de las manos. Tienen talento para el cante, la danza y el robo. Pasquier ha remontado sus orígenes hasta 1427. Habla de doce penitentes, que se convirtieron a la fe cristiana en el bajo Egipto, y que, expulsados de allí por los sarracenos, viajaron a Roma y se confesaron al Papa, quien les impuso como penitencia errar por el mundo durante siete años, sin dormir dos días en la misma cama. Entre ellos había un conde, un duque y diez caballeros, a los que acompañaron ciento veinte personas. Llegados a París, se alojaron en la Chapelle, adonde fue a verlos mucha gente. Lucían ajorcas de plata en las orejas y tenían los cabellos negros y rizados. Sus mujeres eran feas, ladronas y adivinaban el porvernir. El obispo de París ordenó que se evitara su trato y se excomulgara a quienes acudieran a consultarlos. Desde aquella época, el reino está infestado de vagabundos de la misma calaña.
Encyclopédie (1751)

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Pido disculpas si es que se han de pedir, por no haber participado anteriormente. No me creía con ningún fundamento sólido para opinar sobre nada y estaba más ocupada en intentar digerir los conceptos que en pensar qué decir sobre esos que vagamente lograba comprender (tanto por lo complicados como por lo nuevos que me resultaban). Habida cuenta de que para participar en el foro, previamente has de estar algo documentado, he decidido no mantenerme más en el anonimato y ponerme las pilas investigando sobre la superficie, del nuevo tema a debatir; es decir “el gitano”.

He encontrado páginas y páginas que hablan de cosas, que yo, al igual que el resto de personas que conviven con este pueblo, estamos acostumbrados a oír (sobre todo “de lo malos que son” y de su “automarginación”). Pero uno de todos los escritos me ha llamado la atención especialmente (Aquí os incluyo un link para que vosotros mismos juzguéis: http://www.unionromani.org/histo.htm). Me ha impresionado sobre todo, por dejarme de bruces contra la puerta de la realidad y por lograr que afloren prejuicios que nunca habría reconocido en mí…


No estoy de acuerdo en todo lo que dice pero sí en gran parte de ello. No obstante, hablaré sólo de las cuestiones que me han surgido al leerlo, más que sobre aquellas disconformidades ante lo que él expone…

El autor, se percata de que no está siendo imparcial, ya que pertenece al grupo social del que habla; pero “subsana” esa subjetividad alegando que las críticas contra ellos tampoco son objetivas, y por tanto pretende más bien ofrecernos la otra cara de la visión de su cultura. Es ahí cuando te cuestionas la integridad de lo que se te ha dicho desde siempre; El estado, la política, la religión, la ECONOMÍA… ¿hasta qué punto las entidades importantes tienen el poder no sólo de rechazar o aceptar a un público según les convenga, sino además de convencer a -su público- de que han de estar “o no” en contra?
Conociendo un poco la historia de los gitanos, ves que no fueron vagabundos ni los marginados que se nos dice que han sido siempre. Así que si fueron aceptados antes de la reconquista y más tarde con el crecimiento del comercio, y rechazados bajo la intransigencia del despotismo cristiano y tras el auge de de los 50 y la tecnología, ¿Qué hace que hoy día se mantenga esa idea de rechazo? ¿Será que el sistema tiene razón (y ellos que no se integran)? o ¿que realmente hay un motivo por el que “conviene” mantenerlos alejados (y por tanto el problema no viene dado de su parte sino de la nuestra)?

Es incuestionable que si el Estado quiere algo, lo consigue, así que, si esta sociedad se mantiene aún como núcleos marginados, es porque “se prefiere” de este modo o porque realmente no se puede. Y si es esto último ¿Será la xenofobia una buena explicación al hecho? Personalmente creo no, ya que después de tantos siglos y habiendo sido aceptados por la sociedad mayoritaria, en determinadas ocasiones y no creyendo yo, que una sociedad retroceda y avance en esto a su antojo, confío en que no se puede apostar mucho por esta solución.
¿Y si se debiera a lo mismo que sucede entre cercanos (como es el sutil ejemplo España- Francia, España-Portugal (y viceversa) así como en cualquier grupo cercano: a o b); es decir, el recelo contra lo próximo? Me refiero a ese rechazo inconsciente que nos caracteriza a los humanos; posiblemente incitado, desde nuestros orígenes, por el miedo instintivo para mantener la supervivencia de la especie (de los que reconoces como tu misma especie). Pues dos sociedades, tan opuestas como cercanas, no sólo compiten por el medio sino, la una contra la otra, en caso de escasez de recursos. Esta explicación es más bien “científico-sociológica” y probablemente poco cercana a lo que sucede en realidad, pues ya se ha comprobado a lo largo de la historia que si queremos podemos superar esos instintos bajo el influjo de la razón.

Ante esta encrucijada, pensando en que tal vez todas estas razones no se excluyan y queriendo llegar a un punto intermedio, me he propuesto buscar una causa que las unifique y que explique bien el hecho de la separación “gitanos- payos”.
Tal vez la raíz de toda esta cuestión, la que explica el conjunto de hechos formados por: el rechazo durante la reconquista, la aceptación de los gitanos cuando se les necesitó (ante la falta de mano de obra), la marginación por parte del estado así como la posibilidad de que se deba a algo instintivo. Todas ellas quedarían, bajo mi concepción, unificadas ante el hecho de que se trata, en última instancia, de una lucha por “la Hegemonía de la Cultura”.
La historia ha mostrado en numerosas ocasiones, que dos culturas fuertes y que no están por la labor de cambiar, ni ceder, chocan entre ellas. Lo cual se manifiesta por la indiferencia o por la lucha (para destacar o bien para someter antes de ser sometidos). Si esto además, se produce en un mismo territorio, crecen las tensiones hasta no llegar nunca a un punto intermedio, queriendo ser una u otra la que se haga con el poder, pero nunca las dos (se necesita mucha tolerancia para que ambas convivan pacíficamente bajo un mismo estado). El rechazo vendrá dado por parte de la sociedad mayoritaria y la marginación quedará a cargo de la que esté formada por un menor número. Si ésta última, se mantiene fuerte ante el rechazo y se le añade que en algún punto de la historia se necesiten la una a la otra (como un mutualismo), daría lugar a esto, es decir, a la supervivencia de un pueblo no muy numeroso fuertemente reprimido y que sin embargo se mantiene superviviente. Si a esto se le suma, que en la actualidad, debido a la masificación y al imperante capitalismo, los individuos aislados (así como las sociedades en sí), buscan destacar unos sobre los otros, para hacerse destacar sobre toda esta masa de rebaños que parece que somos, daría, de nuevo, el mismo resultado.

Ciertamente, estoy simplificando mucho las cosas y realmente no creo que mi respuesta abarque todo lo que en sí contiene el debate. Pero a razón de no tener mejor opción y de llevar mucho ocupando vuestro tiempo, me decanto por esta y finalizo. :)


Raquel Izquierdo Fedz.

Rafael Cejudo Córdoba dijo...

Bienvenida al foro! No tienes que pedir disculpas por nada, y además, si antes has participado poco ¡se nota que tenías ganas por la extensión de tu post! Muy interesante, y consultaré el enlace que sugieres. Por otro lado, ¿te atreves a comentar algo del texto que he sugerido?

Anónimo dijo...

Rocío Alamillos.

Me encanta ver que tenemos en clase un alumno de ciencias, así siempre nos pondrá por delante en sus percepciones el punto de vista de la ciencia, supongo que por "deformación profesional" como se suele decir. También es importante tener en cuenta lo que nos aporta la ciencia sobre estas cuestiones sociológicas. El determinismo darwinista al que alude Raquel existe y es obvio pero recordemos que el ser humano si se caracteriza por algo es por reprimir precisamente lo máximo posible su condición animal en aras del raciocinio liberador, como muy bien apuntas después, de modo que la cuestión de supervivencia de civilización no deja de ser un factor latente pero de poca influencia. Fijándonos en el segundo texto vemos como la defición que se publica en lo que se consideró como el culmen del saber, la Encyclopedie, atiende a varias cuestiones interesantes. En primer lugar realiza una descripción física y de las habilidades de estos individuos buscando el arquitipo de gitano- en la enciclopedia los denominan bohemios- luego se remite a un acercamiento histórico que desde luego hace honor al desprestigio que este instrumento pedagógico intenta extender aludiendo a personalidades respetables para la sociedad como el Papa,´que es quien impone la penitencia,para acabar disponiendo un mandato de marginación con carácter oficial proveniente del cuerpo religioso.
¿ Hasta qué punto la enciclopedia NECESITA del cuerpo religioso para refrendar la marginación hacia los gitanos? ¿ hasta qué punto los creadores de la Encyclopedie ya estaban influídos por estas ideas racistas provenientes de la iglesia - entre otros- y sólo se limitaron a publicarlo? Sea antes el huevo o la gallina la cuestión marginal florecía abiertamente con un poderoso brazo armado, la religión. Tan sólo la publicación de esta definición en la enciclopedia, símbolo del SABER UNIVERSAL y digno de respeto y aprobación, supone dejar al gitano sin posibilidad de integración y con una etiqueta que se transmitirá como una losa que cuelga de su espalda.

La última frase de la definición no deja lugar a dudas del papel que los europeos quisieron otorgarle al mundo gitano:

"Desde aquella época, el reino está infestado de vagabundos de la misma calaña".

Anónimo dijo...

Ciertamente he orientado mal mi opinión. He utilizado el concepto de gitano queriendo abarcar ambos textos en uno mismo. Lo he hecho porque quería simplificar el mensaje que he obtenido de ambos: el rechazo. He elegido hablar sobre el gitano por el hecho de serme más familiar su situación de marginación.Más que intentar indagar en cómo se sienten, en cómo cambiar la situación o cuáles fueron las situaciones histórico-culturales que provocaron, que ambas culturas llegasen al lugar que hoy día ocupan, he preferido reflexionar sobre las posibles causas.
Ahora no se muy bien qué aportar de nuevo, ni qué comentar sobre los textos, ya que todo lo que aflora a mi cabeza está matizado por lo que he escrito anteriormente. Intentaré darle otra visión si me es posible y analizarlos por separado u otra vez juntos, pero procurando cambiar la perspectiva.
Mientras tanto, un saludo.



Raquel Izquierdo Fdez.

Anónimo dijo...

Estos relatos nos ilustran dos aspectos de una misma situación: la discriminación por el origen étnico.Al parecer, la actitud de hostilidad hacia aquellos que sentimos como extraños es universal, por lo cual no es sorprendente que cualquier día se descubra el gen que codifica la enzima responsable de la hostilidad.Bromas aparte, esta discriminación o desprecio tiene dos vertientes, que se muestran en los relatos: el punto de vista del despreciado y el sporte cultural del despreciador.
Decía Aldous Huxley que, respecto a nuestra cultura, somos a la vez sus beneficiarios y sus víctimas.Nuestra cultura crea el etnocentrismo y por eso pensamos bien de aquellos que pertenecen a nuestro grupo y mal de los demás.Además tendemos a la discriminación y tratamos a las personas por su clasificación del grupo a que pertenecen y nos olvidamos de sus características individuales. Creemos que nuestra cultura es superior a la de otros pueblos y los despreciamos.Pero, a su vez, las personas despreciadas por su orígen reaccionan aferrándose con orgullo a su cultura, formando los conocidos "ghettos". Pero aquellos que quieren salir para integrarse en la nueva cultura, también se sienten marginados por su grupo y les ocurre lo que Kafka cuenta en su "Carta a Milena".
Luis Pérez de la Lastra.

Pablo García Vargas dijo...

Respecto al primer texto, bueno la historia de la comunidad judía está llena de episodios violentos, lo que ha derivado incluso en el surgimiento de una palabra especifica llamada "pogrom". Quizás uno de los pogromos más conocidos sea la toma de Jerusalén en el año 70 que aparece narrada en el arco de Tito, cuando se destruyó el templo de Salomón, pero ha habido muchos otros posteriormente durante el medioevo, la modernidad, y la contemporaneidad. Por ejemplo, en España hubo un gran pogrom que vino de la mano de las predicaciones de un personaje perverso, San Vicente Ferrer. Kafka, quien falleció en 1.924 debido a una tuberculosis, sufrió las consecuencias del antisemitismo en su propia persona en los albores del nazismo. También fue un escritor genial: escribió libros muy buenos como "El Castillo" y "La Metamorfosis". "La Metamorfosis", con tintes surrealistas, aborda profundamente aquellas cosas que a mi juicio tienen que ver con el racismo, la xenofobia, o la exclusión social porque trata de una persona normal que se despierta un día convertido en cucaracha; nadie le acepta como es, ni siquiera su familia, que intenta exterminarlo.
Por otro lado, el segundo texto tambien se podría encuadrar en un trasfondo problematico similar, pero al mismo tiempo diferente. Para España, el primer documento escrito que hace referencia a los gitanos data del siglo XV: en él se narra como el anciano lider, que se hace llamar rey de Egipto, pide permiso para cruzar los Pirineos en su huida de los turcos, cuyas tropas diezmaban su pueblo.
A partir de ahi, la comunidad se asienta en España. Lo que ocurre es que este pueblo nómada hacía uso de su propia lengua, de sus propias normas, su propio sentido de la justicia, su propia visión del matrimonio, con una organización social distinta que abocó a su marginación. El rechazo de sus más profundas convicciones sumado a la promesa de una vida libre de coacciones les empujó a hacerse fuerte en el monte, ejerciendo una oposición subversiva hacia la Autoridad entregados al pillaje convertidos en autenticos bandoleros.
Lo cierto es que, a pesar de que su actividad como bandoleros provocó inumerables batidas por los bosques peninsulares, han sobrevivido penosamente de forma milagrosa hasta la actualidad. Actualmente, los gitanos son una comunidad importante en Andalucía.

Fran dijo...

Bueno en primer lugar, me parece muy importante la aportación de los compañeros. Creo que estamos hablando del problema del racismo existente sobre los pueblos gitanos o judios en este caso. Pero que se puede aplicar a cualquier otra raza o etnia que es distinta a la europea, a lo "occidental".
Es muy fácil hablar de que no se es racista, de la igualdad entre las personas, todo es falacia y mentira. Existe el racismo y lo existirá mientras que el hombre sea hombre por los siglos de los siglos. Es algo innato que tenemos los seres humanos y es la envidia hacia el otro, hacía los demás, envidia que en ocasiones se radicaliza pero que esta presente en cualquier espacio temporal-cultural.
Ese racismo hacia lo otro, la "otredad", como habla algunos antropólogos, queda de manifiesto como he dicho anteriormente en todo momento de la historia y de la cultura. Algunos antropólogos como por ejemplo I. Moreno en su artículo "Derechos Humanos, ciudadanía e interculturalidad", nos habla de que fuimos los europeos quienes inventaron, para excluirlos a indios, negros moros, la negación de la realidad de la existencia. La racialización de las identidades etnoculturales fue el mecanismo para el etnocidio cognitivo que procedió a las prácticas políticas etnocidas, cuando no negociadas contra los otros".
Este argumento queda muy reflejado en multitud de acontecimientos racistas en la historia que se ha producido y que sigue existiendo; un claro ejemplo el que vimos en clase con el Holocausto, o cualquier experiencia actual de rechacho hacia los emigrantes, judíos, gitanos...
En definitiva, he querido aportar un poco mi argumento desde el punto de vista antropológico, que tiene su arranque en el etnocentrista, de quienes sólo valoran su propia cultura frente a las culturas de los demás, de los otros (La llamada otredad.
Y ya para concluir está claro de que todos somos racistas, ese concepto esta claro, todos y cada uno de nosotros en nuestra forma de pensar y actuar somos racistas, porque es imposible ser relativista desde el punto de vista antropológico (valorar por igual su propia cultura y la de los demás); siempre hay algún aspecto cultural que no estemos de acuerdo plenamente y eso provoca el rechazo hacia esa cultura, lo que provoca el racismo hacia lo otro.
Y otra idea que lanzo a los compañeros, que creo que estarán muchos de acuerdo conmigo, ¿¿¿somos racistas??? o ¿somos racistas de dinero??.

Anónimo dijo...

Ciertamente pienso que es un tema difícil. Los gitanos siempre han estado ahí, y desde tiempos antiguos, como vemos en el texto, se les ha dado de lado. ¿Por qué? Si tenemos en cuenta la historia, nos damos cuenta que la Iglesia los tachaba de "brujos", porque se dedicaban a la magia y leer el destino. Ahora, el tema es el siguiente: la culpa de estos prejuicios la tiene la educación que recibimos, rechazar a estas personas por los prejuicios que vamos sumando desde nuestro pasado y a lo largo de nuestra vida. Solemos atribuir a estas personas que son por naturaleza malas y ladronas. Eso por nuestra parte. Pero, ¿y por la suya? Pienso que son personas que a veces ellos mismos se excluyen de la sociedad. Se consideran, en cierto modo, a parte del mundo: con unas costumbres e historia diferentes. ¿O acaso no nos llaman, a mi modo de ver, despectivamente payos? Esto directamente implica una ruptura entre ellos y nosotros ¿Se consideran una raza o cultura diferente del resto del mundo? Con esto no quiero tacharme de racista, ni nada por el estilo, simplemente hablo por ambas partes. Nosotros tenemos mucho por hacer desde el respeto a los demás, pero ellos también. Ojalá algún día estas personas estén insertados en nuestra sociedad, pero para ello todos tenemos que poner de nuestro lado y tenemos que comenzar con la educación en valores y en la tolerancia en las escuelas y en las familias.
Y cuando digo insertadas, me refiero a que no vivan en barrios a parte del resto de la gente. Ejemplos tenemos en Córdoba como el Guadalquivir, las Moreras...
Cerca de donde yo vivo hay un barrio de estos, y la verdad, hay una gran separación entre ellos y nosotros, no hay más que ver conforme subes la calle Beato Henares (en el campo de la Verdad) hacia la Iglesia de "el cerro", cuando llegas al cruce de "el Palo", se nota la ruptura de la que vengo hablando: cómo van cambiando las viviendas: forma, color, modelo, vista exterior... y si se sube un poco más hacia arriba, a mano derecha, está lo que llamamos "los vikingos", ahí ya sí que se nota una ruptura total: modo de vida, pobreza extrema, hogueras en mitad de la calle...
Como anécdota, recuerdo que de pequeña yo tenía una compañera gitana en el cole y ni mi familia ni nadie quería que fuera mi amiga ¿por qué?, yo eso no lo entendía poruqe ella era muy buena chica. Es lo mismo de siempre: meter en el mismo saco que todos los gitanos son malos y ladrones por lo que vengo apuntando en el comentario.
Por otro lado, la adivinación, la magia, y ese tipo de cosas, son algunos medios de supervivencia de algunas de estas personas ¿o es que no vemos a las gitanas en la puerta de la mezquita leyendo el futuro a los turistas?

Anónimo dijo...

Como me he incorporado tan tarde a clase, casi un mes después, no he tenido mucho tiempo de buscar el blog e intentar ponerme un poco al dia....pero creo que entre todos me lo hareis muy fácil...
A este tema de la xenofobia y marginación ...solo quisiera decir una cosa y es aconsejaros un libro que he leido dos veces.
"Los cipreses de Córdoba" de Yael Guiladi.
Raquel, a ti puede que te resulte interesante pues verás que conocimientos sobre medicina se tenian en los albores del califato.
Además a mi me resultó una obra preciosa que muestra la convivencia de diversas culturas en la Córdoba de la época...parece que vamos hacia atrás. En vez de ser mejores, vamos directos a estrellarnos...cada vez menos tolerantes. Por qué no intentamos mezclarnos para así enriquecernos...por qué insistimos en ser "tan puros"?