
Vicente Bosch, defensor del creacionismo y propietario de las destilerías de Anís del Mono, incluyó en la etiqueta de su producto una caricatura de Darwin, al uso de las que circulaban en la prensa de esos años. El "mono" sujeta un pergamino con la siguiente frase: "Es el mejor. La Ciencia lo dijo y yo no miento" (párrafo tomado de Blog de Biosfera).
Hace ciento cincuenta años que C. Darwin publicó el Origen de las especies. Esta obra revolucionaria cambió para siempre la visión que los seres humanos teníamos de nuestro lugar en la Naturaleza. Darwin, Freud, Marx y Nietzsche rebajaron los humos de la Razón, y dejaron libre el lugar que antes ocupaban la Naturaleza, Dios o la Inteligencia. La tesis darwiniana de la “evolución de las especies” parece (?) contradictoria con la Providencia divina, y con la creencia en que Dios haya creado el universo. Más aún, parece negar que haya un designio, o un plan en la Naturaleza (por lo tanto, seguiría escribiendo esta palabra con mayúscula sólo por costumbre). Es difícil desterrar la creencia de que haya una organización inteligente en la Naturaleza, lo cual garantizaría que debemos respetarla y que puede ser nuestra ‘maestra’. En Estados Unidos existe una minoría de opinión que defiende que en la Naturaleza existe un Diseño Inteligente, y que esta teoría debe enseñarse en las escuelas junto con la de Darwin (o incluso como su alternativa). El Diseño Inteligente defiende que: 1) Los científicos no han demostrado todavía de manera satisfactoria (para ellos mismos) que los procesos darwinianos expliquen todos los rasgos del desarrollo de la vida en nuestro planeta. 2) Hoy existe una sólida evidencia científica de que tales aspectos no pueden explicarse dentro de la teoría darwiniana de la evolución. 3) Esta evidencia sugiere, al menos, que un designio inteligente creó la vida e ideó los procesos de desarrollo que han producido a los seres humanos.
Me parece que la pretensión de enseñar en las escuelas esta teoría del Diseño Inteligente es una de las “herejías norteamericanas” denostadas por la población española de cualquier ideología, religión y nivel cultural. Sin embargo, ¿realmente la rechaza igual porcentaje de la población? Quizás, de manera irreflexiva, muchos encajen la fe y la razón mediante una teoría implícita del Diseño Inteligente de segundo nivel: el Creador o Diseñador universal se sirve de los mecanismos darwinianos de selección, basados en el azar y en la necesidad de sobrevivir, para que haya surgido justo este singular planeta nuestro, y esta maravillosa y maldita criatura que es el ser humano. Servirse de los monos ha sido la astucia de la Razón Creadora. Por supuesto, tal cosa no puede probarse científicamente, pero eso no es lo importante. ¿Honramos así la memoria de Darwin?