miércoles, 18 de marzo de 2009

¿QUÉ NECESITA TU VIDA PARA SER FELIZ?




Es un axioma que todo el mundo aspira a la felicidad, que todo el mundo quiere ser feliz. Seguramente también es cierto, al menos en nuestro país, que prácticamente todo el mundo considera la felicidad lo más valioso de todo. Desde luego, como Aristóteles decía, la felicidad es un valor intrínseco, pues la felicidad la queremos por sí misma (¿para qué si no?). Aun siendo cierto lo anterior, quedan muchos problemas abiertos: ¿en qué consiste la felicidad? ¿cómo puede lograrse? En su último libro el sociólogo Zygmunt Barman (El arte de la vida, Paidós 2009), indica que a partir de cierto nivel de riqueza, no se es más feliz en los países más ricos. En suma, que el dinero no da la felicidad. Por otra parte la Universidad de Leicester ha elaborado un mapa de la felicidad, que podéis ver al principio, según el cual los más felices sí son de los más ricos: los daneses (http://www.20minutos.es/noticia/145799/0/mapa/mundial/felicidad/)

Un alumno de humanidades, que también lo fue de esta asignatura, Marcos Luque Cuello, ha elaborado un trabajo estupendo, tan interesante como conmovedor, sobre la felicidad. Podéis verlo en los enlaces que adjunto (son dos archivos de YouTube, debido al tamaño del vídeo de Marcos. En total, unos veinte minutos). A partir de su visionado podemos reflexionar sobre lo siguiente:

¿puede definirse la felicidad y compararse entre países? ¿coincidirán los ideales de felicidad en las distintas culturas? El polémico escritor francés F. Céline decía que “la felicidad es el infinito al alcance de los caniches” (en su novela Viaje al fondo de la noche): ¿será la felicidad de verdad lo más importante?

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Silvia

Quizás no esté muy relacionado, pero la entrada me ha recordado a una conferencia que hubo hace poco tiempo en la facultad, creo que fue en torno al mes de enero. Se titulaba "Séneca y las Vías de la Felicidad" y fue ofrecida por el profesor Julio Mangas, Catedrático de Historia Antigua de la Universidad Complutense de Madrid. A pesar de que su especialidad es la historia, hizo referencia a los primeros filósofos griegos, e incluso trató de relacionar las citas de Séneca con autores más contemporáneos.

Sólo pude asistir un rato, puesto que teníamos examen de Arqueología de Roma, pero el tiempo que estuve fue bastante interesante, sobre todo, porque, en ocasiones, estamos tan obsesionados con los autores estudiados en Bachillerato (al menos en mi caso), tales como Platón, Descartes, Nietzsche... que olvidamos a uno, que además de filósofo, paseó por nuestras calles de Córdoba y se planteó la misma pregunta que aquí expuesta. Su respuesta, como explica Julián Marías en un artículo del perióico ABC en palabras de Séneca:
"Puede llamarse feliz al que, gracias a la razón, ni desea ni teme."

http://www.filosofia.org/hem/199/19960926.htm

Anónimo dijo...

Rocío Alamillos Álvarez.

Acudamos a los tópicos y veremos cual es el tema de controversia en nuestra sociedad actual. "El dinero no da la felicidad". ¿Se trata entonces de dinero?, está claro que hoy por hoy, la felicidad no es una cuestión de sabiduría, puesto que los niños en secundaria son realmente infelices cuando les oblian a aprender. ¿Debemos entonces diferenciar la felicidad por edades o buscar una felicidad universal? Felicidad universal creo que nos queda muy largo. Quizá la salud sería aquello que más se podría acercar al concepto de felicidad, porque sin ella es imposible sentirse feliz (hablo de graves problemas de salud), pero no es la felicidad. Hay muchas personas que tienen salud y trabajo y se sienten desdichadas. ¿Qué es lo que necesitan sus vidas?.
Propongo una felicidad cambiante, una felicidad que muda sus principios según la persona va madurando. Una felicidad que es concebida de distinta forma entre hombres y mujeres, y soy consciente de que esta frase es peligrosa.

Cuando tenga más tiempo seguiré comentando. Me parece un tema de los más interesante.

Anónimo dijo...

Hola, me hace mucha ilusion que el "montajillo" este en este blog. En este momento ando en una isla tropical del sudeste asiatico, un lugar paradisiaco, donde vivir cuesta muy poco, donde no se si es lunes o martes, rodeado de gente que no conocia hasta que llegue aqui, y a la que siento que empiezo a querer un poco, haciendo deporte, bien comiendo, sin horarios ni obligaciones, riendome muchisimo, buceando, aprendiendo constantemente, en fin, mu a gusto, vaya. Y por aqui, he vuelto a soltar la pregunta. Me he sentido un poco raro haciendo esta pregunta en un lugar como este, a occidentales que creen encontrarse en el paraiso. Aun me quedan unos dias por aqui, a ver si consigo material. Me pregunto si los viajes ayudan a creerse feliz, yo creo que si. Y,podria plantarse si ser feliz, o sentirse feliz, va unido necesariamente a que tu vida sea mejor o es simplemente un factor que ayuda.
(Siento no poner acentos, pero con este teclado no se como colocarlos.
Marcos

Anónimo dijo...

Yo estoy de acuerdo con Marcos. Creo que los viajes pueden añadir a la felicidad de una persona, mientras otras maneras de gastar dinero no harían lo mismo. Recientemente, leí un artículo que decía que la felicidad no viene de gastar dinero en posesiones materiales, sino experiencias. Creo que eso tiene razón, por lo menos para mí. En mis experiencias, comprar cosas nuevas no ha hecho a mí más feliz, salvo los que podía usar durante nuevas experiencias. La razón que dio el artículo (que, otra vez, creo que tiene razón) fue porque se puede cansarse de algo material, pero viajes o experiencias pueden vivir en la memoria, y siempre se da felicidad.

También, creo que la compañía puede dar la felicidad también. Las personas que nos rodean pueden hacer un gran cambio en nuestro humor y perspectiva en la vida. Entonces, yo diría que el dinero puede, si se usa correctamente, añadir a la felicidad, pero también la gente alrededor de nosotros hace toda la diferencia.

Elliott

Anónimo dijo...

Rocío Alamillos Álvarez.

Otro aspecto interesante y que en más de una ocasión, cualquier persona ha podido plantearse es: ¿cuánto dura la felicidad?.

El hombre se desvive por conseguir descubrir qué es felicidad y acaba por no definirla pero sí, hacerse consciente de las cosas que rodean el concepto de felicidad como por ejemplo, mantener una relación de amor con alguien de quien estamos enamorados, tener salud, tener dinero para poder vivir desahogadamente, para poder viajar (como nos comenta Eliot y Marcos, tener ciertos lujos, tener claro qué quieres hacer con tu futuro, tener hijos que perpetúen tu existencia, que la vida de tus hijos quede bien encaminada, poder cumplir tus sueños, ser fiel a tus principios, sentirte bien contigo mismo etc.

Sin embargo, aunque no sepamos exactamente qué es felicidad (sólo lo que nos aproxima a ella), sí que nos sentimos felices en ciertos momentos de nuestra vida (y me remito al comentario de la chica que decía ser feliz tomándose unas cervezas, aunque no hiciese mucho en todo el día). La felicidad es sentimiento de BIENESTAR, pero su duración no está determinada, de modo que a veces puede ser tan instantánea que no se reconoce como tal. ¿Cuándo somos felices?, ¿por cuánto tiempo lo somos? Si somos felices por motivos distintos, en momentos distintos y nuestra felicidad tiene una duración variable, la felicidad no puede ser algo a lo que llegar (como la Idea Suprema de Platón, que una vez que se descubría,se era eternamente dichoso por conocerla), no puede ser algo que se posee como tal, más bien me atrevería a definirla (ya que nadie se ha lanzado) como la suma de un conjunto de factores favorables, unos factores en ocasiones abstractos, en ocasiones materiales. He de reconocer que muy pocos de esos factores son comunes a todas las culturas.
Para no pecar de exceso y esperando más propuestas vuestras,yo afirmaría que salvo cubrir las necesidades básicas y la salud, el resto de factores no pueden considerarse de orden universal,son más bien de carácter cultural, los sueños, las relaciones (o ausencia de las mismas) con personas, incluso hay muchas personas que no tienen hijos en su vida y han experimentado la felicidad,entre otros muchos ejemplos.

La felicidad, por tanto, en su mayor grado de aplicación es cultural y si me acusan de relativista cultural sólo podré contestarles que soy hija de mi tiempo.

Anónimo dijo...

La felicidad es una falacia occidental. Y es más falacia cuando se confunde, casi siempre, dinero con felicidad.
Me gusta esa distinción que hace Elliot del dinero como medio para conseguir experiencias o lo que sea. Creo que la gente se confunde cuando pone el dinero como fin. Es decir, que el dinero es el bien último que me da la felicidad. Es curioso que un americano tenga ese pensamiento pues en su sociedad dinero es igual a felicidad, o por lo menos esa idea nos llega a nosotros.

Rocío introduce muy bien ese aspecto cultural que parece que ronda por su cabeza en todos sus comentarios. Y le doy la razón:
La felicidad es un constructo cultural, y más específicamente un contructo occidental. Si le preguntamos a un hombre que no haya tenido contacto alguno con occidente: ¿QUÉ NECESITA TU VIDA PARA SER FELIZ? Te responderá ¿Qué es ser feliz? ¿No entiendo tu pregunta? En el video se ve perfectamente que todas las personas a las que pregunta son en cierta manera occidentales.

Partiendo de esto se deduce que la felicidad no es más que una ilusión, una sensación creada que sólo tiene sentido dentro de su contexto para orientar la vida hacia una u otra cosa.

De todas formas quiero aclarar que la pregunta no es ¿que necesita tu vida para ser feliz? sino ¿que necesita tu vida para ser mejor? Pero automáticamente relacionamos el ser mejor con el ser feliz. ¿No responde esto la propia pregunta? ¿Que necesita tu vida para ser feliz? Ser mejor. Y ¿qué necesita tu vida para ser mejor? Ser feliz... maldita sea, ¿cómo salgo de esta? Necesito ayuda.

La mejor respuesta para mí,pues apoya mi idea de felicidad como falacia, es la que pone por tierra todas las demás, la dice una de las primeras entrevistadas:
"en realidad no sabría que responder a esa pregunta... no sé si la clave es dejar de desear o buscar la manera para encajar dentro de los estereotipos creados para conseguir lo que quieres". Todas las demás respuestas, son eso mismo, "estereotipos creados" para conseguir un "estereotipo creado" de felicidad. También la respuesta ingénua que da una de las coperantes en bombay, la primera del segundo video, me parece muy acertada, es curioso pero parece
una chica con muchos pájaros en la cabeza, (digo lo parece por la forma de hablar, no sé si lo es, no la conozco). La respuesta es: "saber lo que hace falta para que todo vaya mejor".

Buscar la felicidad es una de esas grandes mentiras en las que creemos ciegamente, y es el buscar la felicidad lo que nos hace infelices. Los objetivos son inalcanzables.

Anónimo dijo...

¿Qué necesita mi vida para ser mejor?
¿Qué necesito para ser feliz?

Después de ver el vídeo, pienso al igual que el autodidacta residente en Chile y la chica española cooperante en Bombay, que nada. Mi vida no necesita nada para ser mejor, no sé si soy feliz o no lo soy, pero bajo mi punto de vista, desear algo más de lo que tengo ahora es despreciar lo que poseo en este momento y eso, sería una insensatez pues tengo muchas cosas que mucha gente desea en ese video para ser feliz, tengo una buena familia, tengo salud y juventud, tengo amor y buenos amigos,la posibilidad de viajar, una vida acomodada, no con lujos, pero tengo una buena vida, tengo una buena educación y he podido estudiar lo que he querido, tengo principios, inquietudes por conocer y hacer cosas, todo esto para mi es algo valioso, tan valioso como que el simple hecho de querer desear algo más allá me lleva a pensar que la avaricia en mi caso, el deseo de mas cosas, si que es un síntoma de infelicidad.

Hoy día, puedo decir que no deseo nada más de lo que ya poseo, sin embargo, si hubiera respondido a esta pregunta hace dos años, mi respuesta puede que hubiera sido distinta, y quizás si la responda dentro de dos, también lo sea.

Lo que demuestra que la felicidad no es un estado perenne, al igual que nosotros tampoco lo somos, quizás se asemeje al estado de felicidad cambiante propuesto por Rocío, y quizás la felicidad sea más humana de lo que pensamos.

Cristina.

Rocío García Sánchez de Puerta dijo...

Estoy de acuerdo con Rocío en que la felicidad no es algo que una vez que se tenga ya nada impedirá seguir disfrutando para siempre de ella. Sin embargo, tal vez puede ser que ahí esté el motivo de por qué es tan apreciada, los sufrimientos son inevitables en la vida, pero ellos son los que también nos ayudan a valorar más las otras épocas felices. Somos felices porque también hay momentos en los que no podemos serlo.

No obstante, hay formas de conservar esta felicidad dentro de lo que es posible: aunque sea un tópico la felicidad está en las cosas más pequeñas y sencillas, en lo que uno mismo quiera considerar que es para si la felicidad; por eso expongo esta frase que apoya lo que intento explicar:

"Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias." John Locke

Efectivamente estoy de acuerdo con que tanto la mente como las circunstancias influyen en nuestra felicidad, sin embargo, desde mi punto de vista hay que darle más peso a las condiciones mentales. Con ellas me refiero a la disposición que tenemos como individuos para analizar las situaciones y poder decidir lo que dentro de nuestras posibilidades y de nuestra libertad, más nos interese o beneficie. Hay que apreciar y valorar lo que tienes o lo que realmente quieres ser y hacer en tu vida y luchar por conseguirlo; por lo que la cuestión tampoco es para mí conformarme con "lo que sea". Las obligaciones también pueden formar parte de la felicidad: el trabajo es una de estas obligaciones; sin embargo, y suponiendo que a una persona no disfrute con su labor (que no es lo ideal) que tenga trabajo ahora mismo le supondrá una mayor felicidad que la de los 3,5 millones de parados en España (y en aumento)

La última campaña de Coca Cola tiene como frase gancho: "Estás aquí para ser feliz", dejando de lado la publicidad de la marca, tal vez debamos estar de acuerdo con que esa debe ser a priori nuestra finalidad primera en este mundo; disfrutar al máximo de cada minuto, de cada experiencia nueva o rutinaria...en resumen del día a día. Así que, de esta manera yo tomaría el carpe diem como un aprovecha el día para ser feliz.

Si yo tuviera que responder a la pregunta de nuestro amigo Marcos, le diría que seguir como ahora; no necesito nada más que ir realizándome en la vida cumpliendo mis propias metas y creciendo con las experiencias. Por supuesto, al lado de la persona que contribuye a que esa felicidad sea mayor y que la soledad (dentro del ya famoso "estamos solos") sea menor.

Rocío García Sánchez de Puerta

Anónimo dijo...

Este tema me parece muy interesante y complicado ya que se puede enfocar de tantas maneras...pero bueno allá voy. Partiendo de Marcos,de sus viajes debo decir que a mi eso también me hace un poco más feliz, viajar y ver otras cosas, otras culturas y empaparte. Y no tiene que ser un viaje tampoco muy lejano, yo creo que según la disposición de cada uno un viaje aunque que sea muy cerquita de donde tu vives viene muy bien. Personalmente yo me doy cuenta que cada vez que hago uno de mis viajes familiares (Barcelona porque es donde he estado hasta los 17 años,Vitoria para ver a mi hermana, Alicante para ver a mis padres,o un pueblo de Jaén que está escondido en la sierra y donde está parte de la família de mis padres)me siento más cerca de ellos, me empapo de todo lo que me rodea, desconecto. Mi hermana por ejemplo hace viajes más estilo Marcos, rollo una isla perdida, la India,etc y la verdad que eso tampoco me lo quiero perder (y en un futuro lo haré), cuando veo fotos, me cuenta, es como si de una manera yo también he estado ahí. De esta manera me he dado cuenta a lo largo de mi vida que los viajes a mi ma hacen más feliz, los cambios, pero también la gente que ves en esos viajes, la vieja y los nuevos que conoces.
Feliz te puede hacer cualquier cosa, o almenos a mi me pasa, desde la cosa más cotidiana del mundo como sentarte en tu salón hablando con tu hermana, como darte un chapuzón en la playa de ciudad natal...depende de cada uno, el dinero es el filtro que te puede ayudar a hacer que según que deseos(por ejemplo en mi caso los viajes largos)los puedas realizar, pero no te da felicidad, ya que ésta viene del interior de las personas, de lo que sentimos y lo que ansiamos hacer para estar mejor, son como unos cimientos que ayudan a mejorar nuestra vida, a prosperar.

Anónimo dijo...

Perdón, se me ha olvidaddo poner quien era en el comentario, soy Julia.

Anónimo dijo...

Hemos tendido siempre a buscar la felicidad, como una meta, como un fin, como el estado de bienestar ideal y permanente.
Sin embargo, hemos visto como la misma se compone de pequeños momentos, de detalles vividos con intensidad y que su peculiaridad está en que suele durar muy poco.
¿Dónde la buscamos? ¿Cómo logramos "hacernos" felices?. Hay quien cree que es un estado interior, que el camino para encontrarla está en nuestras emociones, en nuestro sentir más profundo, en nuestra forma de ser y de ver el mundo. la autoconfianza nos proteje del infortunio de la vida.
Por otra parte, cuando se superan las necesidades básicas, desarrollamos actividades dirigidas a proporcionarnos esa dicha: El arte en sus distintas manifestaciones, el bienestar físico, económico, social, las relaciones interpersonales, en fin, buscamos por diferentes caminos y vamos conociendo de la salud, del dinero, del amor... y es que la felicidad depende de cada cual.
El ejemplo claro de los caminos elegidos, lo encontramos en el estupendo trabajo de nuestro compañero de Humanidades.

¿Qué necesita tu vida para ser mejor?. Distintas respuestas desde distintos países, de distintas personas con diferentes edades, niveles educativos y sociales nos iluminan.
Risas, creer en uno mismo, respeto a los demás, que el mundo se una, oportunidades. Destacamos a quiénes afirman que están bien como están, que sus vidas no pueden ser mejores, que no les hace falta de nada, y no necesitan más de lo que tienen. como curiosidad, que la filósofa no dé con la respuesta a no ser que le cambien el cerebro. Y sobre todo -y aquí se coincide con otros estudios hechos sobre este asunto- lo interesante está en que la mayoría exprese que para sentirse feliz necesita de la comunicación, del compartir, de las relaciones con las demás personas, aquí como casi siempre, "el amor" gana la partida.
Porque podemos aprender a ser felices, entrenarnos para ello, buscar la armonía entre nuestros sentimientos, nuestro interior y nuestro entorno más inmediato. De nuestro empuje personal, dependerá la intensidad dd nuestras relaciones sociales, de que cultivemos las aficiones que más nos guesten, de que que le demos sentido a nuestras vidas más allá de nosotros mismos.

Anónimo dijo...

Estereotipos, estereotipos y más estereotipos... ¿Que sería de la vida sin las máscaras?
"Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición artificial e ilusoria de la mente y no una condición de las circunstancias". Sergio Locke.

Anónimo dijo...

Yo también me disculpo como Julia porque tampoco he puesto en el comentario nº 11 que soy Carmen.

Anónimo dijo...

¿A ver que os parece esta respuesta? Sería muy interesante pararse a entrevistar a esta generación, no?
http://www.youtube.com/watch?v=bQi7jLxHl8I
Me ha encantao ver tantas respuestas.
Salud a todos
Marcos

Antonio dijo...

La felicidad es un término relativo. A pocas personas si le preguntamos si son felices te van a responder que no, incapaces en ocasiones de reconocer sus propias infelicidades. Todos intentamos ser felices, cada uno con su “conocimiento” y limitaciones.

Entiendo la felicidad, no como un estado, sino, un proceso que recorremos a lo largo de la vida. Hay quien avanza más y lo consigue y quien no. Hay quien su vida está llena de momentos felices y quien no. Y quien se queda en alguna etapa del camino anhelando lo que un día le hizo feliz.

En cada etapa de la vida ponemos énfasis distintos que creemos que nos harán felices: la amistad, el bienestar, el dinero, el trabajo, reconocimiento social…

No se es feliz, se siente uno feliz, que es distinto. Para conseguir estos estados puntuales de felicidad cada persona pone su esfuerzo, (como habéis comentado en vuestros comentarios), en aquello que momentáneamente espera que se lo va a proporcionar, se pone metas para conseguirlo, y éstas son tan relativas como la propia felicidad y curiosamente lo que a uno puede hacer feliz a otro no.

¿Entonces podemos hablar de verdadera felicidad? Hay algo que va más allá de la propia felicidad y hace ésta sea una consecuencia de ese algo. Creo que hay una aspiración en las personas más honda que la felicidad, y me estoy refiriendo a la libertad.

La libertar es uno de los mayores anhelos del hombre, creo que es una aspiración inherente al ser humano. La libertad nos abre caminos a la felicidad, nos acerca a la felicidad y también nos aleja de ella. El poder yo escoger y decidir en cada momento de mi vida, aún a riesgo de equivocarme, pero con libertad, me aproxima a ser feliz.

Si mi decisión tomada hoy, el tiempo ha demostrado ser equivocada, me hará sentir infeliz, pero subyace en mí algo que me dice: “hiciste lo que creías que iba a ser mejor en aquel momento”. Y es que entonces fui libre para decidir, como lo soy hoy para rectificar.

La libertad va más allá de la propia felicidad. De haber o no acertado y de haber o no conseguido una meta concreta que en su momento me hizo feliz.

La felicidad por tanto la entiendo como una consecuencia de haber sabido elegir en cada momento lo que verdaderamente urgía en mi vida.

Sin libertad no hay felicidad.

Ramón dijo...

Casualmente me encuentro en una revista con la siguiente frase de una famosa modelo: "El éxito y el dinero no me han hecho feliz". Éxito es tener lo que se quiere. La felicidad es querer lo que se tiene, apuntaban a lo largo del reportaje.
Para mi, el tiempo de la felicidad es el instante. Breves momentitos de esa emoción tan anhelada por todos. Evidentemente que los humanos estamos empeñados en alargar ese tiempo lo máximo posible, cuanto más, mejor. Claro que antes es necesario sentir que se está produciendo, ser conscientes de ello, sentirla, empaparse bien de esa fugacidad placentera, atraparla en nuestro interior o envolvernos completamente en ella.
Además, la mayoría de esos instantes son IRREPETIBLES!

David dijo...

Pero bueno, ¿Es que no vais a responder a la pregunta? Sólo hay un par de valientes... Yo creo que la teoría ya la conocemos. Ahora a pringarse. Y luego, si os parece, le buscamos el por qué a las distintas opciones. Diseccionamos "filosóficamente" la respuesta de cada uno.

¡¡¡¡Yo para ser feliz quiero un camión!!!!

David dijo...

Bueno, ahora en serio. Para los más jóvenes, el comentario de antes hacía referencia a una canción de Loquillo...
¿Qué necesita mi vida para ser feliz? Sólo un par de cosillas:
- Dinero, mucho dinero
- Sexo, muuuuucho sexo
- Y salud para disfrutarlos...

El resto ya vendrá. Si no, lo voy a pasar estupendamente mietras tanto....

Rafael Cejudo Córdoba dijo...

Me alegro mucho, Marcos, de que te esté gustando la acogida de tu trabajo. El nuevo vídeo que has sugerido es estupendo. Después de verlo se me ocurre que la felicidad es cosa de niños. En cuanto a la definición de la felicidad, tened en cuenta que no es como una cosa (una mesa, una célula) cuyas propiedades esenciales podamos analizar y describir. Volviendo a los niños y al comentario de Antonio: ¿qué vale más: ser feliz o merecer la felicidad?

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Antonio en ciertos niveles. Creo que hay que haber un elemento de libertad en la vida para crear felicidad. Sin ello, no se puede escoger las cosas básicas que pueden dar la felicidad, como los amigos, o aún la comida favorita. Obviamente yo no sé, pero no creo que se necesite más libertad que eso. Aunque (creo que) todos tenemos bastante libertad, creo que sea posible ser feliz sin toda la libertad que tenemos. No puedo idear un ejemplo bueno, pero creo que sería posible ser feliz en unas situaciones que consideremos bastante mal o asqueroso. Claro que yo no tuviera tenido una oportunidad así, entonces no sabría, y eso es sólo mi opinión.

Elliott

Anónimo dijo...

Sara de Cabo Agustín.

Veo que llego un poco tarde por la fecha de los comentarios anteriores, pero supongo que el tema de la felicidad no es algo que pase de moda y me ha parecido muy interesante.

Para mí la felicidad no es un instante, puedes disfrutar a ratos o tener un mal día, pero la felicidad es algo más allá.
Para ser feliz supongo que hay que tener cubiertas las necesidades básicas (y digo supongo porque nunca me faltó nada de ello), hay que haber comido y hay que estar abrigado.
También considero que es importante tener autoestima, quererse uno mismo y amar lo que hace. Es imprescindible el amor, el cariño, sentirse querido, y creo que antes de querer a los demás hay que quererse a uno mismo.

No creo en la necesidad de tener una meta para encontrar la felicidad, porque si no llegas a ella seras desdichado. Creo mas en el camino, hay que disfrutar del camino, del momento, elegir dentro de las posibilidades y sacar de ellas lo mejor de ti.

¿Vale más ser feliz que merecer la felicidad? Seguro que el que sea la merece.

Creo que ser feliz es también una actitud, una actitud positiva siempre ayudará a encontrar la felicidad (aunque por supuesto habrá mas factores que influyan).

Anónimo dijo...

Sara de Cabo Agustín.

Veo que llego un poco tarde por la fecha de los comentarios anteriores, pero supongo que el tema de la felicidad no es algo que pase de moda y me ha parecido muy interesante.

Para mí la felicidad no es un instante, puedes disfrutar a ratos o tener un mal día, pero la felicidad es algo más allá.
Para ser feliz supongo que hay que tener cubiertas las necesidades básicas (y digo supongo porque nunca me faltó nada de ello), hay que haber comido y hay que estar abrigado.
También considero que es importante tener autoestima, quererse uno mismo y amar lo que hace. Es imprescindible el amor, el cariño, sentirse querido, y creo que antes de querer a los demás hay que quererse a uno mismo.

No creo en la necesidad de tener una meta para encontrar la felicidad, porque si no llegas a ella seras desdichado. Creo mas en el camino, hay que disfrutar del camino, del momento, elegir dentro de las posibilidades y sacar de ellas lo mejor de ti.

¿Vale más ser feliz que merecer la felicidad? Seguro que el que sea la merece.

Creo que ser feliz es también una actitud, una actitud positiva siempre ayudará a encontrar la felicidad (aunque por supuesto habrá mas factores que influyan).