¿Es inevitable tener leyes? ¿Qué clase de normas son necesarias, si es que alguna lo es? ¿De dónde somos: de Thélème o del pueblo de los demonios?
"Los congregados en Theleme empleaban su vida, no en atenerse a leyes, reglaso estatutos, sino en ejecutar su voluntad y libre albedrío. Levantábanse del lecho cuando les parecía bien, y bebían, comían, trabajaban y dormían cuando sentían deseo de hacerlo. Nadie les despertaba, ni le forzaba a beber, o comer, ni a nada.Así lo había dispuesto Gargantúa. La única regla de la orden era ésta:
HAZ LO QUE QUIERAS
Y era razonable, porque las gentes libres, bien nacidas y bien educadas, cuandotratan con personas honradas, sienten por naturaleza el instinto y estímulo de huir del vicio y acogerse a la virtud. Y es a esto a lo que llaman honor. Pero cuando las mismas gentes se ven refrenadas y constreñidas, tienden a revelarse y romper el yugo que las abruma. Pues todos nos inclinamos siempre a buscarlo prohibido y a codiciar lo que se nos niega" (F. Rabelais (1494-1553), Gargantúa. Madrid: Alianza, Madrid, 2008)
HAZ LO QUE QUIERAS
Y era razonable, porque las gentes libres, bien nacidas y bien educadas, cuandotratan con personas honradas, sienten por naturaleza el instinto y estímulo de huir del vicio y acogerse a la virtud. Y es a esto a lo que llaman honor. Pero cuando las mismas gentes se ven refrenadas y constreñidas, tienden a revelarse y romper el yugo que las abruma. Pues todos nos inclinamos siempre a buscarlo prohibido y a codiciar lo que se nos niega" (F. Rabelais (1494-1553), Gargantúa. Madrid: Alianza, Madrid, 2008)
"El problema del establecimiento de un Estado tiene siempre solución, por muy extraño que parezca, aun cuando se trate de un pueblo de demonios; basta con que éstos posean entendimiento. El problema es el siguiente: «He aquí una muchedumbre de seres racionales que desean, todos, leyes universales para su propia conservación, aun cuando cada uno de ellos, en su interior, se inclina siempre a eludir la ley. Se trata de ordenar su vida en una constitución, de tal suerte que, aunque sus sentimientos íntimos sean opuestos y hostiles unos a otros, queden contenidos, y el resultado público de la conducta de esos seres sea el mismo exactamente que si no tuvieran malos instintos.» Este problema tiene que tener solución". I. Kant (1795), La Paz Perpetua. Madrid, Alianza, 2002.
2 comentarios:
Muchas cuestiones se plantean.
En principio me da la impresión de que Kant era sumamente optimista...
Por otro lado, supongo que a todos nos tentaría vivir en un mundo donde no existieran normas, bueno, sólo el "HAZ LO QUE QUIERAS". Claro, eso supondría ser personas con una "pequeña" virtud: el honor.
Podemos pensar en la sociedad actual, en la que existen normas hasta para regular el número de mesas que un bar puede sacar a la calle, o para regular el cuidado de los árboles y plantas de los parques y espacios públicos (por cierto, para el que no lo sepa, está prohibido atar la bicicleta a un árbol)... ¿Supone esto, por contraposición a lo que señala F. Rabelais, que para nuestros gobernantes no somos personas de honor?
Si esto es así, reto en duelo a aquél que me lo diga a la cara. Al amanecer en la ribera del río. No tengo preferencia por el tipo de armas a emplear...
Jajajaja¡ eres un valiente David¡ No te reto porque la verdad es que mi honor es más barato que el tuyo. De hecho y ahora que lo pienso creo que no tengo¡ por más que busco en mi interior no logro acertar a definir qué es eso del honor. Parece como una denominación de origen o certificado de calidad. Lo que tú llamas honor yo lo llamo integridad y eso es un cúmulo de mucha cosas. Parto de la base de aceptar tu titularidad de honor (faltaría más¡ no quiero morir en duelo¡) lo que te quiero decir es que la palabra HONOR se ha convertido en un sello de garantía con un valor fluctuante. Hoy te doy mi palabra de honor y mañana digo lo contrario. Yo no soy más honorable que nadie quizás lo sea menos, pero siempre procuro no ser esclavo de mis palabras y mucho menos de mis promesas.
La sociedad perfecta no ha existido, no existe ni existirá NUNCA. Si queremos imaginar y teorizar fantástico, yo soy el primero, pero creo que esto es lo que sobra en el pensamiento filosófico. La sociedad se construye con el hombre y por tanto es el resultado de su obra. El hombre no es ni bueno ni malo, sino superviviente. Todos, repito todos, hacemos lo que sea necesario (bueno y malo) por nuestra supervivencia y por la supervivencia de los nuestros y por mejorar nuestra existencia dentro de las posibilidades que se encuentren a nuestro alcance. Como decía un buen amigo... para cambiarme me tienen que fundir y echar en un molde nuevo.
Las leyes son necesarias y más que ellas deben ser las respuestas que el Estado dé al incumplimiento de dichas normas, porque la inactividad del estado deja en papel mojado el positivismo legal.
¿para qué las leyes si no se cumplen o cuando se incumplen el Estado no actúa? Los estados no son más estables por tener una legislación más dura, sino por tener una respuesta más practica e intervencionista ante las infracciones. No obstante está demostrado que la estabilidad política y social de un país depende en gran medida de la riqueza económica y EDUCATIVA. Queda un largo camino...
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