sábado, 6 de abril de 2013

Los Libros de Próspero






Impresiones, opiniones, comentarios, ideas...

6 comentarios:

Jessica dijo...

Los Libros de Próspero es, según mi opinión, una película de cierta complejidad,ya que lo que predomina es el arte visual, es decir,Peter Greenaway a través de la sucesión de imágenes de desnudos, el equilibrio y el predominio de los colores rojo, azul y blanco,crea cuadros que se suceden simultáneamente,residiendo la complejidad en la multitud de símbolos que aparecen en estos.En el debate se destacó la importancia de la figura del creador en la película,sin embargo, Peter Greenaway además de realizar un homenaje a la figura del creador ,hace hincapié sobre el tema del saber literario y el arte,de ahí el juego de imágenes y la constante aparición de libros en la película.
Según mi interpretación de la película, este predominio del carácter artístico hace que el tema político(el ducado de Milán y el destierro de Próspero) quede latente en las imágenes pictóricas,lo que provoca que el público preste más atención a las imágenes y a lo simbólico que a la trama política.
Jessica Jiménez(2ºFilología Hispánica)

María Arenas dijo...

Esta película reúne algunas de las bellas artes, como: la música, la danza y la pintura; además está cargada de una serie de elementos estilísticos.
En primer lugar, produce cierta rareza que puede llegar a asombrar
bastante al espectador, e incluso llevarlo a la confusión (si intenta buscar la lógica en algunas escenas).
Por otro lado, yo destacaría el alejamiento del modelo que estamos acostumbrados a ver en el cine. El espectador no solo no puede sentirse identificado con ningún personaje (debido a la falta de realismo), sino que además no creo que llegue a "conectar" con ninguno de ellos por la escasa expresividad. Creo que son más importantes los movimientos corporales que la palabra pero, sinceramente, creo que no se consigue esa "comunicación" de la historia con el público, por lo que puede llegar a apagar el interés del espectador en ciertos momentos de la obra.

JARSH dijo...

No había visto salirse a tanta gente de la sala desde EL ÁRBOL DE LA VIDA de Terrence Malick (una película, por otra parte, fabulosa). Tras haber leído LA TEMPESTAD de Shakespeare, tengo que admitir que es una adaptación bastante libre de este texto; no obstante, si la obra del dramaturgo inglés puede considerarse una simple comedia (rica y compleja, eso sí, quizás la mejor de su trayectoria), la película de Greenaway parece querer ir más allá, alcanzar una universalidad, mostrando lo que interpreto como una alegoría sobre la humanidad o sobre la brevedad de la existencia humana, que es apenas un sueño. Esta idea de una frontera difusa entre vida y muerte, entre realidad y sueño, se hace patente. Una interpretación unívoca sobre qué representa la tempestad es difícil. También parece difícil dilucidar si LOS LIBROS DE PRÓSPERO es un timo o una maravilla esclarecedora y catártica.

Alba Frías Luna dijo...

Desde su inicio hasta su final consiguió dejarme perpleja, provocando que en diversas ocasiones perdiera el interés por la película. Es cierto, como dice María, que Greenaway pretende realizar un despliegue de todo el artificio artístico hasta ahora conocido, pero con tanta parafernalia se ha olvidado de elaborar una obra comprensible por alguien más que sí mismo.
La subjetividad reina en cada uno de los escenarios que presenta así como en los personajes que retrata, dejando la lógica aparcada en algún lugar de su mente.

Si hay algún aspecto interesante que pueda resaltar son las sucesiones de imágenes y paisajes tan variadas, el tratamiento del color, muy llamativo y vivo en ocasiones, y las danzas de Calibán, las cuales transmiten lo que pretende comunicar con sus palabras, haciendo de cada sílaba un movimiento. Con esto se observa que el argumento de la película queda reducido a algo superfluo y sin importancia. Está claro que provoca una ruptura en la recepción de la película por parte del espectador, ya que poco tiene que ver con lo que normalmente nos ofrece Hollywood u otras producciones.

En definitiva, para mí, "Los libros de Próspero" no presenta gran fidelidad con la obra de Shakespeare, más bien, Peter Greenaway elaboró una obra "alternativa" inspirándose en la misma y otorgándole tantas matizaciones inentendibles que no me resulta, precisamente, una película recomendable.

Anónimo dijo...

Los libros de Próspero es un espectáculo visual de gran complejidad tanto estilística como de comprensión intelectual. No es una película para cualquiera, pues alguien que no sepa apreciar la belleza que intenta plasmar, ni la comprenderá ni le gustará, y perderá el tiempo observando los numerosos escenarios enmarcados detalladamente. Más que encontrar algo de filosófico en la historia que se esconde tras tanta danza, encuadres repletos de color y numerosos desnudos, noto la presencia de las metáforas, la literatura, la majestuosidad de los versos de Shakespeare, lo que ya de por si dificulta la comprensión de la película. Peter Greenaway realiza un homenaje de La Tempestad intentando adaptarla a la gran pantalla, y en mi opinión ese ha sido un fallo, porque esta película, tal y como está representada, debería utilizar un canal como el teatro, mucho más acorde a lo que uno busca en él. No es algo que esperes encontrarte en el cine, y en algunos aspectos resulta realmente grotesca e incomprensible para un receptor que no está preparado para lo que va a ver. Aparte de eso, en la película se pueden ver varios temas que son tratados desde un punto de vista, quizás, ético, como es la manera en la que Próspero acaba en esa isla como resultado de una trama política y corrupta sufrida, en parte por estar demasiado metido en sus tan queridos libros, que luego destruye para volver a su posición inicial. Se empeño en borrar la mancha de su nombre no cesa, ni siquiera por la compañía de su hija (la relación más enigmática de la película, a mi parecer, al igual que Caliban, el personaje que baila retorcidamente planeando maldades en contra de su "amo" y que provoca repelencia más de una vez a lo largo de la película). Aunque quizás en la película no se trate como tal, yo diría que el tema de la colonización también está implícita en la trama. La manera en la que Próspero llega a la isla y se hace con el control de todas las criaturas que allí viven, como en el caso de su súbdito preferido, al que salvó de un destino cruel, pero al que tiene atado y casi esclavizado, obligándolo a seguir todas sus órdenes. La relación entre la hija de Próspero y el naúfrago se presenta como algo tan secundario como, practicamente, inexistente. Es la ambición de Caliban y de los hombres lo que queda en entredicho.
Como ya he mencionado, la película debería estar en el teatro, no en la pantalla, porque no es algo a lo que uno esté acostumbrado a ver, ni tampoco que desee ver en el cine. Pero si alguien está lo suficientemente interesado, debe ir mentalizado, sabiendo que lo que va a ver no es una película fácil de interpretar.

Eva Luque dijo...

Los libros de Próspero es un espectáculo visual de gran complejidad tanto estilística como de comprensión intelectual. No es una película para cualquiera, pues alguien que no sepa apreciar la belleza que intenta plasmar, ni la comprenderá ni le gustará, y perderá el tiempo observando los numerosos escenarios enmarcados detalladamente. Más que encontrar algo de filosófico en la historia que se esconde tras tanta danza, encuadres repletos de color y numerosos desnudos, noto la presencia de las metáforas, la literatura, la majestuosidad de los versos de Shakespeare, lo que ya de por si dificulta la comprensión de la película. Peter Greenaway realiza un homenaje de La Tempestad intentando adaptarla a la gran pantalla, y en mi opinión ese ha sido un fallo, porque esta película, tal y como está representada, debería utilizar un canal como el teatro, mucho más acorde a lo que uno busca en él. No es algo que esperes encontrarte en el cine, y en algunos aspectos resulta realmente grotesca e incomprensible para un receptor que no está preparado para lo que va a ver. Aparte de eso, en la película se pueden ver varios temas que son tratados desde un punto de vista, quizás, ético, como es la manera en la que Próspero acaba en esa isla como resultado de una trama política y corrupta sufrida, en parte por estar demasiado metido en sus tan queridos libros, que luego destruye para volver a su posición inicial. Se empeño en borrar la mancha de su nombre no cesa, ni siquiera por la compañía de su hija (la relación más enigmática de la película, a mi parecer, al igual que Caliban, el personaje que baila retorcidamente planeando maldades en contra de su "amo" y que provoca repelencia más de una vez a lo largo de la película). Aunque quizás en la película no se trate como tal, yo diría que el tema de la colonización también está implícita en la trama. La manera en la que Próspero llega a la isla y se hace con el control de todas las criaturas que allí viven, como en el caso de su súbdito preferido, al que salvó de un destino cruel, pero al que tiene atado y casi esclavizado, obligándolo a seguir todas sus órdenes. La relación entre la hija de Próspero y el naúfrago se presenta como algo tan secundario como, practicamente, inexistente. Es la ambición de Caliban y de los hombres lo que queda en entredicho.
Como ya he mencionado, la película debería estar en el teatro, no en la pantalla, porque no es algo a lo que uno esté acostumbrado a ver, ni tampoco que desee ver en el cine. Pero si alguien está lo suficientemente interesado, debe ir mentalizado, sabiendo que lo que va a ver no es una película fácil de interpretar.